Tres soldados estadounidenses murieron el sábado por la noche en un ataque con aviones no tripulados en el norte de Jordania, cerca de la frontera con Siria, tras confirmar al presidente Joe Biden en Domingo. En el ataque que Washington atribuye a «grupos de militantes radicales enviados desde Irán y que operan en Siria e Irak», ellos también se revelaron herederos de una vena militar. Estas son las primeras bajas del ejército estatal desde el comienzo de la guerra de Israel en Gaza.
No está claro qué cayó en las defensas aéreas de la base Tower 22, que Estados Unidos mantiene en Jordania, y que el dron, uno de los muchos que han buscado un objetivo parecido en los últimos meses, no fue interceptado. Hasta la fecha, el Pentágono ha contabilizado más de 158 ataques contra fuerzas estatales y de la coalición en Irak y Siria. Este “barrido constante de drones, cohetes y misiles” ha sido infructuoso hasta ahora. Ni siquiera pretendía causar daños a las infraestructuras.
Esta vez fue distinguido y el incidente puede provocar una escalada del conflicto en la región donde el Pentágono lleva semanas intentando evitarlo.
“Hoy, el corazón de Estados Unidos es estúpido”, dijo Biden en un comunicado. “Los tres soldados que perdimos eran patriotas del más alto espíritu. Nuestra nación no olvidará su sacrificio final. Juntos mantendremos la obligación sagrada que tenemos para con nuestras familias. Nos esforzaremos por ser dignos de su honor y valor. Continuaremos con nuestro compromiso de luchar contra el terrorismo. Y no amigo: tenemos a los responsables rindan cuentas en el momento y en la forma que consideremos oportuna”.
“[La primera dama] «Jill y nosotros nos unimos a las familias y amigos de nuestros seres queridos (y de los estados de todo el país) para lamentar la pérdida de estos guerreros en este apreciable y totalmente injusto ataque», se puede leer en el texto difundido por la Casa Blanca. “Estos miembros del servicio encarnan lo mejor de nuestra nación: inquebrantables en su valor. Inquebrantables en su deber. Incuestionable en su compromiso con nuestro país, arriesgando su propia seguridad por la seguridad de sus compatriotas y de nuestros aliados y socios con los que nos apoyamos en la lucha contra el terrorismo. Es un juego al que no nos rendiremos».
[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve].
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